Mi experiencia con los Terrarios de Acrílico
Una perspectiva desde la experiencia
Los terrarios de acrílico siempre me llamaron la atención por lo fácil que se manejan y se transportan. Además, descubrí que su ligereza permite reubicar el hábitat sin necesidad de montajes reforzados, asimismo, ofrece una resistencia al impacto que evita roturas si golpeas el refugio por accidente.
Sin embargo, el acrílico tiende a rayarse con facilidad, opacarse con el tiempo y deformarse cuando se expone a calor directo. Incluso, me pasó que uno de mis terrarios se pandeó por dejar encendida una placa térmica más de 30 minutos. Además, su superficie atrae polvo y electricidad estática lo que exige limpiezas frecuentes y cuidados para no rellenar las abolladuras con suciedad.
Por lo tanto, recomiendo el acrílico como la mejor opción cuando priorizas la movilidad, seguridad ante golpes y una instalación sencilla sin bases pesadas, siempre y cuando protejas el terrario de fuentes de calor excesivos, uses limpiadores suaves que no agraven los arañazos y planifiques un mantenimiento regular para conservar su transparencia y forma original.