Terrarios para Salamanquesa

Las salamanquesas necesitan un hábitat con buena ventilación, áreas verticales para trepar (ramas, corcho o lianas), varios refugios y un gradiente térmico seguro.

Salamanquesa en un terrario de vidrio

El tamaño óptimo para el terrario

Dimensiones que marcan la diferencia

Las salamanquesas viven el mundo en vertical. Un terrario alto les permite trepar, elegir alturas según la temperatura y sentirse seguras sin que tengas que intervenir.

Prioriza altura por encima de base, puertas frontales para manejar con calma y ventilación cruzada que evite condensación.

Dimensiones recomendadas para el refugio de tu salamanquesa

Juvenil individual
Base: 45 × 30 × 60 cm
Ideal: 45 × 45 × 60–75 cm
Adulto individual
Mínimo: 60 × 45 × 75 cm
Ideal: 60 × 45 × 90 cm

Qué colocar dentro del terrario

Diseña rutas seguras y refugios naturales

No llenes por llenar el interior del terrario, piensa en un recorrido para ofrecer rutas seguras y refugios a diferentes niveles.

De esta manera, tu salamanquesa se sentirá más segura y en un ambiente natural.

Estructura vertical

Ramas diagonales a varias alturas para subir y bajar sin esfuerzo
Tubos de corcho: uno alto y otro a ras de suelo para elegir refugio

Zonas de descanso

Rocas planas o plataformas para asoleo y descanso
Plantas de hoja ancha para sombra y cobertura

Resultado ideal

Así consigues un interior que se siente como refugio, con control del entorno para ellas y visibilidad clara para ti. Todo bien fijado y con corredores libres para moverse sin quedar expuestas.

Temperatura y gradiente térmico

Crea zonas cálidas y frescas para autorregulación

Tu objetivo no es calentar todo el terrario, sino crear un lado cálido y otro más fresco para que ellas elijan dónde estar.

Rangos de temperatura

Punto de asoleo
29–32°C
Lado cálido (ambiente) 26–28°C
Lado fresco
21–24°C
Temperatura nocturna 18–22°C

Cómo configurarlo

Fuente de calor en lateral/superior, con termostato y sonda en la superficie
Ramas y plataformas a distintas alturas para autorregulación

Señales para ajustar

Pegada a la fuente: Falta calor ambiental, sube potencia del punto cálido

Evita lado cálido: Baja potencia o aumenta distancia de lámpara

Evita sol directo: Puede disparar temperaturas sin control

Humedad estable sin encharcar

Balance perfecto para mudas limpias

Mantener una humedad estable es indispensable para mantener la piel hidratada y facilitar las mudas limpias. Evita excesos que estancan el aire y favorecen el moho.

Rangos de humedad

Ambiente de día 45–60%
Ambiente de noche 55–70%
Refugio húmedo
70–85%

Cómo mantenerla

Rociados cortos 1–2 al día, mejor micro-picos que empapado
Sustrato que retenga sin compactar y ventilación cruzada
Higrómetro visible (ideal dos: alto y bajo) para medir

Cuándo ajustar

Exceso de humedad

Cristales con condensación persistente y olor a moho → más ventilación y menos rociado

Falta de humedad

Piel seca o muda pegada → aumenta refugio húmedo y fracciona rociados

Luz y fotoperiodo natural

Ritmos predecibles para menos estrés

La luz marca el ritmo. Cuando es predecible, las salamanquesas se estresan menos, comen mejor y mejoran su actividad.

Apunta a una iluminación suave, sin deslumbrar y con horario constante.

Ciclo de iluminación

Período diurno
10–12 horas
Período nocturno
12–14 horas

Configuración simple

Temporizador automático y luz en parte superior para brillo uniforme
UVB opcional de baja intensidad con zonas de sombra
Evita sol directo de ventana por temperaturas impredecibles

Beneficios del ciclo regular

Un fotoperiodo constante mejora el apetito, reduce el estrés y sincroniza los ritmos naturales de actividad. La consistencia es más importante que la intensidad perfecta.

Mantenimiento preventivo

Rutinas simples que evitan problemas grandes

Crea una rutina breve y constante para mantener el terrario estable y evitar limpiezas grandes.

Con solo 5–10 minutos al día, el hábitat se mantiene ordenado y predecible.

Calendario de mantenimiento

Diario
  • Retirar restos y heces
  • Cambiar o rellenar agua
  • Revisar rociados
Semanal
  • Limpiar cristales
  • Paño por ramas/plataformas
  • Evaluar sustrato
Mensual
  • Desinfección completa
  • Revisar sellos y cables
  • Verificar ventilación

Señales de alerta

Problemas detectados:

  • • Olor persistente
  • • Puntos de moho
  • • Insectos no deseados
  • • Apetito a la baja

Acción inmediata:

Adelanta la limpieza profunda y revisa ventilación y niveles de humedad. La prevención es siempre más fácil que la corrección.

Preguntas Frecuentes sobre Terrarios para Geckos Salamanquesa

Encuentra respuestas a las preguntas más comunes sobre terrarios para geckos salamanquesa

Las plantas que te recomendamos son: pothos (Epipremnum), ficus pumila, tradescantia, peperomia y helechos de interior compactos. Mantén las raíces protegidas (maceta oculta o malla), evita especies con espinas o látex irritante, y observa la respuesta del animal la primera semana: si reduce el estrés, verás más exploración y reposo en alturas.

Recrea lo que haría en la naturaleza, gotas en superficies. Rocía en hojas y ramas finamente; muchas salamanquesas lamen esas microgotas. Puedes aportar una gota en el morro de forma puntual y dejar un plato poco profundo en zona tranquila.

Depende de la especie, el espacio y el carácter, por ejemplo, macho con macho tiende a conflicto, por otro lado, combinaciones hembra–hembra suelen ser más estables con múltiples refugios y barreras visuales. Presenta individuos en cuarentena previa, alimenta por separado los primeros días y vigila señales de estrés (persecución, pérdida de peso, colas bajas). Si aparece tensión, separa sin dudar: la convivencia no compensa un animal estresado.

Para diario, utiliza papel y agua tibia, ahora bien, para manchas de cal, usa una solución suave de vinagre fuera del terrario y enjuague a fondo. Para desinfección periódica, usa desinfectantes veterinarios recomendados para herpetología, respeta tiempos de contacto, enjuaga y seca por completo.

Su dieta base son insectos vivos criados en cautiverio como grillos, cucarachas dubia, langostas pequeñas y larvas de mosca soldado. Para que sean nutritivos, aliméntalos antes con verduras (gut-loading) y espolvoréalos con calcio (y D3 si no usas UVB). Los juveniles comen casi a diario, mientras que los adultos lo hacen 2–3 veces por semana.